Entrevista a Irene Estévez Amador (mayo, 2002)

 

Irene Estévez Amador es una estudiante de la Facultad de Humanidades con concentración en Lenguas extranjeras e Historia del Arte. El tema de su tesina es la figura de doña Luisa Géigel

 

¿Por qué escogió el tema de Luisa Géigel para la tesina?

-En un recorrido guiado por Teresa Tío a la exposición Tesoros del Arte Puertorriqueño, vi una obra de ella que me impresionó: por ser doña Luisa mujer, por que recibió censura al momento de su primera exposición en Puerto Rico, por la calidad de su obra y por la fecha de su obra. Pensé que el elemento de censura a su obra era interesante por su aspecto social y artístico. Mi meta es rescatarla del olvido, porque no se han hecho estudios ni crítica de su obra.

¿Cuál es tu propuesta de tesis?

- Me concentro en los desnudos de doña Luisa en los años 30 y 40. La historia del arte en Puerto Rico no documenta suficientemente la obra de doña Luisa. El análisis lo hago en forma indirecta. No sólo recibe doña Luisa censura a su obra sino también es marginada en la Historia del arte de nuestro país. Los desnudos de doña Luisa reflejan preocupaciones de tipo formal y no sensual. Mi interés no sólo se enfoca en su obra sino también en la sociedad puertorriqueña de la época que ocasiona esta censura.

 

Doña Luisa perteneció a la generación de la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué efectos crees tiene ésto en su rol como mujer y artista?

-Beneficioso en un punto, el hecho de que los hombres se hayan ido a la guerra, hace que la necesidad le abra paso a la mujer. Las mujeres que pertenecen a la década del 40 son como si no existieran. Sin embargo, para la Segunda Guerra Mundial, la mujer asumió un papel preponderante y activo en todas las tareas que habían sido abandonadas por los hombres reclutados por el ejército. Las experiencias vividas durante la guerra, en alguna forma, tuvieron gran influencia en el desarrollo de las artes.

Háblame de la formación profesional de doña Luisa en Europa y Estados Unidos.

-En España estudia dibujo desde escuela superior. Estudia en el colegio Esclavas del Sagrado Corazón en Barcelona donde llama la atención por su habilidad y le sugieren que tome clases privadas con el pintor español José Mongrell, director de la escuela de Bellas Artes de Barcelona. Al mudarse a Washington estudia en el "King Smith Studio School". En la Liga de estudiantes de Arte de New York estudia retrato y desnudo con Robert Brackman y escultura con José de Creeft en su estudio de Greenwich Village.

La obra de doña Luisa se manifiesta a través del dibujo, la pintura y la escultura. Háblame de los logros en cada uno de ellos.

-Algunos piensan que su fuerte es el dibujo ya que éste es genial. Doña Luisa es excelente dibujante. Podemos apreciar más su modernidad en la escultura que en la pintura. Aquí ella manifiesta en su abstracción formas más simples y geométricas. Es posible que al llegar a Puerto Rico, ella se haya encontrado con limitaciones de materiales que la obligaron a trabajar mas en la pintura que en la escultura. Creo que la escultura le ofrecía la oportunidad de continuar con el tema del desnudo en una forma menos provocativa. Su pintura es más realista, pero sus mayores logros artísticos fueron en la escultura.

Al llegar a Puerto Rico, doña Luisa expone su obra. ¿Cuáles fueron las críticas? ¿Cómo crees que se sintió?

-Su obra causó un revuelo entre la gente. Aunque hubo personas como Federico Enjuto que la apoyaron y la animaron a seguir, también se encontró con una fuerte crítica negativa ante sus desnudos. Las personas que tenían acceso a las exposiciones en aquel tiempo eran parte de la elite, educada en colegios religiosos y vieron su trabajo desde una perspectiva de ofensa a la moral y no en su aspecto formal. Este rechazo afecta a doña Luisa de forma tal que quema muchas de sus obras.

¿Hay algún cambio en el tema de sus obras al casarse?

- No cambia, pero sus obligaciones como esposa, madre e hija le obligan a relegar a segundo plano su vida profesional y por lo tanto disminuye su creación artística.

¿Qué sabes de la labor de doña Luisa como profesora de anatomía artística y escultura en la Universidad de Puerto Rico?

-Doña Luisa empieza a enseñar en el año 1958. Tenía tal vocación para enseñar que no recogía sus cheques, se quedaba hasta tarde trabajando y se identificaba con los estudiantes. Era bien estricta, pero le apasionaba lo que hacía.

¿Cuál entiendes tú fue la mayor aportación de doña Luisa al arte puertorriqueño?

-La mayor aportación de doña Luisa la podemos tomar desde el punto de vista de la mujer fue que abrio puertas a la mujer y facilitó el que otras mujeres pudieran trabajar el tema del desnudo. Fue la primera artista puertorriqueña en educarse en arte en Europa y Estados Unidos. Además, fue la primera mujer en hacer escultura en Puerto Rico.

¿Puedes mencionar algunos estudiantes de doña Luisa que en la actualidad sean artistas?

-Nora Rodríguez- dice que doña Luisa fue y sigue siendo su maestra y la que la impulsó a seguir para lograr lo que quiere como artista.
-Martín García. En mi clase de xilografía con Martín siento que soy alumna indirecta de doña Luisa, pues éste enfatiza en su clase los valores y la visión que tenia doña Luisa en la época cuando enseñaba.



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